TENGO 40 AÑOS Y FUI FOLLADO POR PRIMERA VEZ
El martes he sido
"montado" por primera vez y me ha gustado muchísimo, tanto el acto,
como el "macho" que me ha "desvirgado" y como se desarrolló
todo.
Me he divorciado hace meses,
tengo 40 años, pero he de reconocer que ya hacía algunos años, alguna vez me
citaba con hombres muy maduros de 60 años en adelante e iba a sus casas, me
ponía en bragas y los masturba y se la chupaba, una vez los hacía correr, yo me
masturbaba con su polla ya "vencida" en mi boca, nunca pasé de ahí.
Ahora ya divorciado, fui haciéndolo
más a menudo, además de aumentar mi lencería, con bodys o corsés, sin dejar de
tener esporádicos, comencé a ir sobre dos tres veces al mes al apartamento de
un viejo, Alfredo de 66 años, más por su conversión a veces y conversar
libremente, de cómo era yo, que de sexo, pues me tenía que "esforzar"
mucho cuando se la chupaba y eso que era cuando él estaba "caliente"
otras terminaba por dejarlo por imposible, aunque no por ello me hacía después
tener buenas masturbaciones en casa pensando.
Alfredo tiene otras
"amistades", sobre todo porque usan su casa, para poder follar, a su
vez Alfredo saca provecho de ello a veces, a la vez que ya algunos van a su
casa, a veces por amistad, entre estos Rubén, lo voy a describir como él se me
describió cuando nos conocimos el martes, casado, le gusta la juerga con
"coca", le encanta "joderse" a los tíos. Rubén esta
"cuadrado" músculos por todo el cuerpo, muy fuerte, no sé cuánto le
mide la polla, pero desde luego es grande y gruesa, experto en relaciones con
hombres, a pesar de estar casado me contó que, desde los 15 años, follaba con
hombres.
El martes, había quedado con
Alfredo en la mañana para vernos por la tarde, tras yo salir del trabajo, me
fui a su apartamento, me abrió, estaba solo, como siempre y me metí en el baño,
me duché y salí con un body blanco y medias de malla blancas, él mientras había
puesto una película gay en la tele, me senté a su lado y empezó a tocarme y
pronto yo a él, que estaba en calzoncillos, le saque su polla flácida, comencé
a acariciar su polla, estuvimos así mucho tiempo, a la vez que veíamos la
película, interracial como un negro se "encargaba" de dos blancos,
acabé como las otras veces, de rodillas chupándole la polla, al principio
creció pero después bajó, yo calentísimo, me esforzaba con mi boca y mano, en
una larga mamada, pero su polla hacia eso se ponía casi dura, volvía a bajar,
hasta que nos sorprendió el timbre de su puerta, me levanté corriendo y me
escondí en el pequeño dormitorio de invitados, con lo que solo podía estar vestido
así sin cambiarme, pues en el baño estaba mi ropa colgada, solo escuché que le
abrió la puerta y voces, me desconcertó que quién fuera, había quedado dentro
del apartamento, escuché unos pasos y se abrió la puerta del dormitorio, era
Alfredo diciéndome.
- Tranquilo no pasa nada, ya
puedes salir.
Pero yo veía que había
alguien detrás de él, a unos pasos, llegué a la puerta y lo vi ya bien, me
miraba y yo me avergoncé por mi vestuario, me sentía intimidado y traicionada
mi intimidad, pero Alfredo me decía tranquilamente.
- No pasa nada, este es
Rubén, creo que te he hablado de él.
Fue una situación
surrealista cuando salí, le extendí la mano y él la cogió, pero me plantó dos
besos en la mejilla, diciendo.
- Encantado.
Le dije a Alfredo que pronto
me iría, él dijo que de acuerdo, pero haciéndome pasar de nuevo a la sala, era
sobre las 6 de la tarde, Alfredo y yo nos sentamos como al principio, en el
sofá, él en uno de los sillones, ahí vi que era un conversador nato, empezó a
decirle a Alfredo que estaba "libre" hasta las diez de la noche, que
venía de "comprar material", que después no sabía si hablar con tal o
cual, para quedar y venir aquí a la casa de Alfredo, yo lo escuchaba, Alfredo
le contestaba, hasta que Alfredo dijo que tenía gana de tomar un café, yo solía
hacérselo, una vez me familiaricé con su casa, me dijo se lo hiciera y Rubén me
dijo que también quería uno, me fui a la cocina, los escuché hablar más bajo,
pero los escuchaba, cuando Rubén le dijo.
- ¿Tú que tienes con este?
- Lo que te dije, de vez en
cuando viene, le gusta vestirse así me la chupa, pero no folla.
- ¿Seguro que no folla? pues
yo me lo follaba ahora.
- Por mí no hay problema, yo
hoy no tengo ganas de nada, ya has oído que se va a ir.
Preparaba el café,
escuchando como hablaban de mí, en esos momentos estaba ya deseando irme a casa
pero, para hacerme una paja pensando en la situación, lo coloqué todo en la
bandeja y lo llevé a la sala colocándolo en la mesa, ya iba vestido así sin corsé
y cuando lo coloqué en la mesa Rubén me soltó una palmada en la nalga diciendo
a la vez, que suerte tiene Alfredo contigo, solo pude sonreír y sentarme de nuevo
con Alfredo, pero la situación empezó a ser distinta, pues Rubén me tiraba los
tejos directamente.
- Alfredo me hablo de ti,
pero como este viejo se inventa a veces muchas cosas jeje.
- Yo, yo no miento no como tú.
- Tú lo que no puedes ya con
el cuerpo y te sigues enrollando a tíos que después no puedes
"alimentar" jajaja.
Yo en todo momento estaba
callado, cortado, escuchando a uno y otro, hasta que dije que me iba a ir, me
levanté, recogí los vasos, los coloqué en la bandeja y volví a la cocina, no
podía más, quería irme a casa y masturbarme, fue cuando entró en la cocina
Rubén, me dijo un hola como si nunca me hubiera visto, se fue acercando hasta
pegarse mucho a mí, diciéndome porque te vas a ir, no estás bien aquí y no
espero respuesta, pasó su mano por mi cintura pegándome a él, llevaba un
vaquero apretadísimo, yo noté su bulto al instante, me eché a temblar,
acostumbrado a estar y tratar con viejos que solo se sentaban y me dejaban
chupársela, a estar con un hombre joven y decidido, me hizo tener una enorme
inseguridad, a su vez sentía como la palma de su mano bajaba hasta mis nalgas,
las apretaba, a la vez que me decía.
- Ahora vamos a meternos en
el dormitorio un ratito y vamos a "jugar" tú y yo.
Nada más salir de la cocina,
estaba el dormitorio de Alfredo, mucho más grande y Rubén fue tirando de mi
hasta que entramos en el dormitorio con él, cerrando la puerta, se desabrocho
el pantalón sin soltarme, rodeándome con su brazo por la cintura y mis nalgas
pegadas a su pantalón, sentí como su pantalón apenas se bajó lo justo para que
saliera su polla con el slip y la sentí en mi nalga hasta que la liberó del
slip, sintiéndola en mi nalga, para al instante volverme él y arrodillarme, la
agarré mirándola frente a frente mientras él se quitaba la camisa, su cuerpo
estaba todo marcado de músculos, su polla era como el mármol, larga, gruesa, de
piel tersa y tensa, todo afeitado, se la comí, mientras él se desnudaba, una
vez desnudo, me hizo levantarme me desabrochó los corchete del body y mi culo
quedo libre, como mi polla dura, por la excitación aunque mucho más pequeña y
delgada que la de él, con su mano tocaba toda la aja de mi culo suavemente, a
la vez que me decía.
- A ti lo que te hace falta
es que te echen un par de polvos, una buena "montada" y se te quita
todo el miedo, nada más hay que verte como te vistes para saber que estas
gritando que te folle.
Hable sin mirarlo,
diciéndole que no, que solo se la chuparía todo lo que él quisiera, él se quedó
callado, siguió tocándome, destapó la cama, dejó solo las sabanas, subiéndome
en ella y me colocó en 69, nunca me habían comido el culo, ay dios, como me
dejó, yo me deshacía de gusto, sentía sus manos cogiendo mis nalgas,
apretándolas mientras su lengua me lamia, yo me comía su verga como lo más
sabroso que había probado en mi vida, pero él no daba ningún motivo de
debilidad de "correrse", solo hacia comerme y yo comer y gemir, hasta
que se quitó y se colocó de rodillas de lado con una mano cogía mi culo con la
otra mi nuca diciéndome.
- Ven aquí putita.
La mano que estaba en mi
culo paso a su boca la empapaba de saliva y volvía a mi culo, hasta que me
metió un dedo, yo gimiendo, con la otra me tenía por la nuca, cogido sin
moverme, escuchaba como me decía.
- Vamos a ver este
"agujerito" cómo esta.
- aaaayy aaaahhhh aaaayy aaaahhhh
- Estas caliente, yo no soy
Alfredo, yo sé cómo hay que "manejar" a las putitas como tú.
- aaaahhhh aaaayy aaaahhhh
Me volvió a meter su polla
en mi boca, yo con la cara de lado para podérsela chupar ya con dos dedos
metidos de su mano y moviéndolo él dentro.
En ese momento, una de mis
manos paso a tocar mi pollita, sus dedos se quitaron de mi culo y al instante
me pegó un azote a la vez que me decía.
- No te toques, no quiero
que te corras, quítate esa mano de ahí.
Obedecí, estaba sudando
excitadísimo y obedecí, mientras sus dedos volvía a mi culo y los movía, yo
seguía chupándole la polla, me soltó, colocándose detrás, atrapándome con sus
fuertes manos, sentí como me apretó varias veces con su glande en mi ano y como
después de presionar fuerte y yo al quejarme aflojaba, volvía a lubricar con
saliva y volvía a presionar, así varia veces, así cada vez más fácilmente se
colocaba casi en el lugar exacto, hasta que una de ellas, di un gritó al sentir
como mi ano se "plastificaba" más y sentía yo su glande intentando
abrirse camino, ahora sí, seriamente creí me soltara como las otras veces, pero
a mi gritó lo que hizo fue apretar más sus manos en mis caderas para
inmovilizarme aún más y fue entrando, yo dando gritos cortados y gemidos, según
el dolor y placer hasta que él empezó a hacer.
- aaaahhhh si ahora te entra
toda, puta.
A su vez de este grito, su
polla se deslizó libremente por mi culo, entrando toda a la vez que yo gritaba.
- aaaahhhh aaaayy aaaayy aaaahhhh
Me dio un azote en el culo,
aun metiendo su polla terminando.
- Si, buen culito, mmmmm,
toma puta.
Yo claramente no podía
moverme, él me dio ese azote, terminando de metérmela y yo inmóvil pegado a su
polla, hasta que me pegó sus huevos, suspirando.
- aaaahhhh que rico, si así
pegada a mis huevos, mmmmm una nueva putita para mí.
Empezó a follarme, a moverse
sin rapidez ni con lentitud, solo diciéndome.
- Toma putita, a sentir como
te monta un macho.
Jadeé, gemí y jadeé de
gusto, sin parar, estuvo un rato fallándome así, hasta que me sacó la polla de
mi culo, a la vez que dijo.
- Joder tienes un culito
hecho para fallártelo, cabrona.
Me hizo salir de la cama,
quedé de pie, mientras él se sentó en el borde y me puso a chupársela de nuevo,
fui a arrodillarme, pero me aguato haciendo que se la chupara inclinado, así
podía magrear mi culo, a la vez que me hablaba.
- Te he abierto toda
cabrona, como a mí me gusta, joder y me creía que era mentira lo que me decía
Alfredo de la putita que tenía, pues le estoy colocando unos buenos cuernos, a la
putita como tu hay que follarlas, no solo que como una polla, como la de él,
que ni se pone dura, hay que follaros y demostraros quien es el macho, eso os
hace ser más putas aún.
Irá de mi hasta hacerme
volver a subir a la cama, él solo se tiró hacia atrás su musculoso cuerpo y me
hizo montarme en su polla, dándole la espalda, haciéndome cabalgar en su polla,
ha sido la primera vez que he cabalgado en una polla, cuando me vi ahí, arriba,
su cuerpo debajo de mí y su polla metida en mí, sus manos cogiendo cada nalga
mía, haciéndome coger el ritmo que él quería, al poco empezó a decirme.
- Córrete puta, quiero ver
cómo te corres, ten cuidado en llenar nada, córrete sin salpicar nada.
Me agarré mi pollita, a la
vez que la parte inferior del body haciendo que tapara la parte de la braga,
digamos mi glande ay dios, cuando empecé a masturbarme encima de él apenas duré
nada mientras él me decía.
- Si cabrona eso es como
gritas de gusto, si eres puta, solo era que te montara un macho, toma cabrona,
toma polla, así mueve ese culo.
- aaaahaaa aaaahhhh aaaayy aaaahhhh
- Si puta, grita, te estas
corriendo como una perra con mi polla.
Me corrí, que casi me muero
de gusto, como grité, seguro de que me estaba escuchando Alfredo, quedé quieto,
mis manos apoyadas sobre sus muslos y rodillas, sus manos agarrándome por la
cintura sin dejarme salir de su polla, pero quieto, ahora, hasta que me sacó de
allí, me tiró sobre la cama, yo boca abajo en el colchón, pero transversalmente,
yo quieto por incapacidad, estaba agotado, sentí como se acomodaba sentándose
en mis muslos, su mano abría mis nalgas, por mi ano metía su polla y sus manos
volvían a mis nalgas fallándome, diciéndome.
- Toma puta, sí que rico,
así fallándote después de estar bien corrida como una buena puta, toma, no te
iba a follar me decía Alfredo, te he follado, pero bien follada y bien corrida,
como una buena puta, aaaahhhh si, ahora te voy a llenar bien de leche cabrona,
hay toma polla uuufff que rico, aaaahhhh así, ya reventada de mi polla, así me
gusta tenerte puta aaaahhhh si toma leche, toma polla, puta, sí, que rico, toma
aaaahhhh.
Quedé allí, él encima de mí,
descanso como un minuto, se levantó y me dejó allí toda follada, agotada, lo
escuchaba hablar con Alfredo, diciéndole como me había follado y Alfredo
diciéndole que ya me había escuchado gritar, que vaya polvo debía haberme
echado.
Al menos hasta 15 minutos
después de él irse del dormitorio, no salí yo, me fui directo al baño,
dolorido, él me vio pasar y fue tras de mí, iba en slip, entré en la ducha y
abrió la puerta, mientras me duchaba me dijo si me iba, le dije que sí, que era
tarde, me dijo que apenas era las siete y media, me puso la mano en el culo
mientras me duchaba y él fuera diciéndome.
Venga quédate y echamos otro
polvo.
Me quedé, esta vez me folló
en la sala delante de Alfredo, sin importarle y terminando sin importarme a mí,
se la chupe delante de él, me puso encima de él, moviéndome en su polla delante
de Alfredo, que ni así se corrió, ni viéndonos follar, pero lo espectacular fue
lo último, me levantó y me apoyó contra la pared frente a él, me levanto una
pierna haciendo que la enroscara sobre él, me levantó, entero cogiéndome por
mis nalgas y apoyando mi espalda contra la pared y me metió su polla, me tuve
que abrazar a él en el aire, el moviéndome y yo gritando, hasta que por fin me
dejó allí mismo, me arrodillo diciéndome que me corriera chupándole la polla y
me corrí rápido, entre gritos, después se corrió él en mi boca.
Llegué a mi casa a las diez,
cené y me acosté, por primera vez en mi vida dormí con la sensación de haber
follado como había querido siempre.
Relato enviado por un
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